Sabéis que me gusta mucho
compartir con mis amigos todo aquello que me inspira. Estos últimos días de
Junio están siendo especialmente intensos para mí. Cambios, decisiones difíciles,
valor, dudas… y la intuición de estar creciendo y tomando el camino correcto
que me lleve hacia una versión mejorada
de mí misma.
Hoy quiero compartir con vosotros
los consejos de mi admirado Robin Sharma, autor del bestseller Internacional
"El líder que no tenía título", para conseguir que un mal día se
convierta en un gran día. A continuación os dejo con mi traducción del artículo
que recientemente ha publicado Robin Sharma en su blog oficial. ¡Feliz lectura!
La primera idea que voy a sugerir
es que en realidad lo que llamamos un "mal día" no existe. (Adoro el
ingenio de Nietzsche: "Lo que no
nos mata nos hace más fuertes")
Todo lo que experimentamos nos sirve
para nuestro crecimiento + expansión +
progreso + excelencia. Los tiempos difíciles nos ofrecen una serie de regalos
que propiamente asimilados nos hacen más inteligentes / más rápidos / más fuertes.
Lo que nos acerca aún más al éxito y a la excelencia en nuestra vida.
Estos regalos incluyen:
- Conocimiento y comprensión
- Fuerza mental y emocional
- Mayores niveles de creatividad e
ingenio
- Nuevos niveles de la sabiduría y
conocimiento
- Confianza a través de la
experiencia
- Altos niveles de liderazgo
- Humildad y Humanidad
Cuando no nos enfrentamos a
adversidades olvidamos fácilmente las bendiciones de las que disfrutamos. Todos
tenemos días que nos frustran, nos desalientan y nos irritan. Todos pasamos por
momentos que nos dejan fuera de juego, y hacen que disminuya nuestra confianza
y nuestra fe en nosotros mismos. Eso es parte del liderazgo y del camino de la vida en el que tenemos el privilegio de
estar. Es parte de ser un ser humano.
Cuando nos enfrentamos a un día
difícil, mucha gente adquiere el papel de víctima. Se desmoronan, culpan a las
condiciones y a los demás de sus circunstancias y creen que no pueden hacer
nada para cambiarlo. Regalando nuestro poder sólo nos estamos excusando. Y ninguna
víctima ha cambiado el mundo jamás.
Tú eres diferente: cambias las reglas del juego + eres un productor excepcional + un verdadero
líder. Para que para que puedas concentrarte en hacer las cosas grandes y bien
hechas y estar en tu mejor momento incluso en los días más difíciles , recuerda
estas 6 prácticas ideas:
1. Todo progreso es desordenado.
La naturaleza misma de cualquier tipo de crecimiento (de negocios o de salud o
personal o interior, por ejemplo) significa que experimentarás interrupción, confusión y lo que parece ser difícil. Hemos
de tener en cuenta que los problemas son los avances en la piel de lobo. Y que
en lugar de ir hacia atrás, los retos en realidad te demuestran que estás moviéndote
adelante.
2. Piensa como un emprendedor. No
importa lo que hagas para ganarte la vida, abrazando la mentalidad de un emprendedor lo harás bien. Los emprendedores saben que la
única manera de ganar es a la caza de la oportunidad en medio de la adversidad.
Saben que su mejor yo no es el que aparece cuando las cosas van bien sino
cuando se presentan situaciones difíciles.
3.Mantén la perspectiva. He aquí
una buena pregunta que debes hacerte en un mal día: "¿Alguien ha muerto
aquí?" O, simplemente recuerda que estás sano + tienes trabajo + las personas
que te quieren + que tienes un techo dónde vivir… en serio, eres una persona
afortunada. Lo que estoy sugiriendo es que la gratitud es el antídoto a la
frustración. Y que mantener la perspectiva en tiempos de crisis es un hermoso
movimiento de liderazgo.
4. Gestiona tu modo de pensar. Relacionado
con mantener la perspectiva está la protección de tu forma de pensar (pensar es
aún más valioso que el coeficiente intelectual para hacer un trabajo excelente
y crear una vida que ames). En un día difícil, es tan fácil empezar revolcarse
en la autocompasión, centrándose en lo que no funciona y teniendo pensamientos
negativos. Te animo a mantener "una burbuja de enfoque total en tus más
valiosas oportunidades." Deja de mirar las noticias. Bloquea el ruido de
los pesimistas (los críticos son soñadores que tienen miedo). Borra cualquier
toxicidad y ponte a trabajar para lograr grandes resultados.
5. Cárgate de energía. Tu
productividad, tu rendimiento y tu éxito son un reflejo directo de lo que está
pasando en tu vida interior. La puerta al éxito se abre hacia adentro, no hacia
afuera. Así, en un día turbulento ten mucho cuidado con tus "activos
internos". Ve correr. Come como un nutricionista. Escribe en tu diario. Conéctate
con la naturaleza. Lee las biografías de tus héroes. Descansa un poco. Respira.
6. Permanece centrado en tu
Everest personal. He aquí una cita de Leonardo Da Vinci: "Fija tu curso en
una estrella y podrás navegar cualquier tormenta." La clave para
mantenerse fuerte y apasionado es tener una misión y un objetivo claros (una
visión vaga ofrece resultados vagos). Conoce tu propia cima. Céntrate en
objetivos emocionantes. De este modo, cuando te topes con días difíciles, sabrás
afrontarlos. Sigue adelante con mayor convicción que nunca.
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